lunes, 2 de diciembre de 2013

Conclusiones del grupo de Tertulia del Centro Superior de Estudios Universitarios La Salle-UAM (Madrid) del texto de Flecha, Puigvert y Ríos

CENTRO SUPERIOR DE ESTUDIOS UNIVERSITARIOS LA SALLE-UAM (Madrid)

II Edición Curso 2013-2014


Texto 1: Flecha, R.; Puigvert, L.; y Ríos, O. (2013).Las nuevas masculinidades alternativas y la superación de la violencia de género. International Multidisciplinary Journal of Social Sciences, 2(1), 88-113

Por Sara Gómez, Ana Toledo y Olga González

El debate de esta sesión partió desde algunos temas que habíamos comentado en la anterior tertulia en la que se abordó el texto de una manera más general. En ella empezamos comentando el caso de Marta del Castillo y reflexionamos sobre todo el tema del atractivo de los chicos malos.

Partiendo de esa base, comenzamos la tertulia asumiendo el atractivo de estos chicos como algo real, y que a todas, en menor o mayor medida, nos ocurre o puede ocurrirnos. Por eso señalamos que es muy importante tener el conocimiento sobre cuáles son las razones por las que ocurre esto, en qué manera nos puede afectar todas las consecuencias que provoca esta realidad y de qué modo abordarlo. Primero para ser conscientes de lo que nos está pasando y después saber racionalizarlo.

Tras aclarar este punto, empezamos a pensar en cuáles son las causas por las que nos atraen este tipo de chicos. Aludimos a su apariencia física y sobre todo a la educación tanto en los colegios como en las familias y la influencia de la sociedad que además refuerza los roles de género, remarcando toda la importancia que tiene el dominio del cine y de los medios de comunicación, por ejemplo, esto se observó claramente en el actor Mario Casas, cuando primero ejerció un papel de chico bueno no se le consideraba atractivo y sin embargo, cuando interpretó un chico violento ganó mucha popularidad, y por esta razón, a día de hoy se ha convertido en un ídolo para las chicas. Es por eso que vimos, como algo primordial, ahondar en el mensaje que transmiten todos estos medios. Entonces, centrándonos más en las razones intrínsecas de este deseo, llegamos a la conclusión de que este atractivo puede radicar en esa supuesta seguridad que tiene este tipo de masculinidad, teniendo en cuenta que nuestra cultura se le da al hombre una imagen de poder.

Una vez analizadas estas posibles causas, hablamos sobre cómo puede influir la edad de las mujeres en la manera en la que racionalizan este deseo. Pensamos que se puede caer en el error de creer que sólo las adolescentes se sienten atraídas por este tipo de masculinidad cuando en realidad ocurre a todas las edades. Despertó preocupación el hecho de que estos chicos: generan un sentimiento muy rápido, manipulan para perpetuar relaciones y juegan con los sentimientos. Y de ahí, nos surgió el debate sobre si hay que vivir estas situaciones para aprender de ellas y evitarlas o si se puede ser realmente consciente de la gravedad de éstas sin vivirlas. En definitiva, se llegó a que casi siempre esas situaciones son inevitables, además de la impotencia de que en la mayoría veces se oyen casos en los que las personas del entorno de la víctima y del agresor no detectaron ninguna anomalía, y cómo no al final, lamentablemente, acaba todo de la manera más trágica posible.

Asimismo, comprobamos que los roles de género están totalmente ligados a las causas que provocan este deseo por ello vimos como uno de los factores más relevantes: el estatus. En el caso de los chicos un estatus social está asociado con la personalidad y la conducta: los chicos malos; mientras que el estatus de las chicas está más asociado con el físico, así es como ellas, pese a todo, se enamoran intentando buscar dentro de la máscara del chico malo sus bellos sentimientos, convirtiéndose al final en un reto único el hecho de intentar cambiarles, y después de todo, como decíamos, para las chicas ser alguien significa tener que estar con un hombre, lo cual debe cambiar, porque la mujer para ser libre únicamente tiene que ser como lo es ella misma y saber que puede serlo.

Finalmente, a raíz del texto sacamos en conclusión que el principal cambio nace de la educación como un proceso permanente, es decir, no sólo hay que educar en la infancia sino también educarnos a todas y a todos tengamos la edad que tengamos, ya que la educación es la base de un aprendizaje continuo que está siempre en el día a día de la gente. Así pues se llegó a una posible propuesta, como inicio de este cambio y para lograr el desarrollo de las NAM que sería crear espacios que puedan facilitar el hecho de abordar estos temas del género, de manera directa o indirecta, es decir, no tiene por qué ser un taller específico para ello, sino más bien inculcarlo en todos los lugares y en todos los aspectos que se trabajen, y por tanto, hacer de ello algo nuestro y normalizado como puede ser el simple hecho de empezar a hablar en femenino y en masculino, incluyéndonos así: a todos y a todas.

 

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