II Edición Curso
2013-2014
Texto 1: Flecha, R.; Puigvert,
L.; y Ríos, O. (2013).Las nuevas masculinidades alternativas y la superación de
la violencia de género. International Multidisciplinary Journal of Social
Sciences, 2(1), 88-113
Por Sara Gómez, Ana Toledo y Olga González
El debate de esta sesión partió desde algunos temas
que habíamos comentado en la anterior tertulia en la que se abordó el texto de
una manera más general. En ella empezamos comentando el caso de Marta del
Castillo y reflexionamos sobre todo el tema del atractivo de los chicos malos.
Partiendo de esa base, comenzamos la tertulia
asumiendo el atractivo de estos chicos como algo real, y que a todas, en menor
o mayor medida, nos ocurre o puede ocurrirnos. Por eso señalamos que es muy
importante tener el conocimiento sobre cuáles son las razones por las que ocurre
esto, en qué manera nos puede afectar todas las consecuencias que provoca esta
realidad y de qué modo abordarlo. Primero para ser conscientes de lo que nos
está pasando y después saber racionalizarlo.
Tras aclarar este punto, empezamos a pensar en
cuáles son las causas por las que nos atraen este tipo de chicos. Aludimos a su
apariencia física y sobre todo a la educación tanto en los colegios como en las
familias y la influencia de la sociedad que además refuerza los roles de
género, remarcando toda la importancia que tiene el dominio del cine y de los
medios de comunicación, por ejemplo, esto se observó claramente en el actor
Mario Casas, cuando primero ejerció un papel de chico bueno no se le consideraba
atractivo y sin embargo, cuando interpretó un chico violento ganó mucha
popularidad, y por esta razón, a día de hoy se ha convertido en un ídolo para
las chicas. Es por eso que vimos, como algo primordial, ahondar en el mensaje
que transmiten todos estos medios. Entonces, centrándonos más en las razones
intrínsecas de este deseo, llegamos a la conclusión de que este atractivo puede
radicar en esa supuesta seguridad que tiene este tipo de masculinidad, teniendo
en cuenta que nuestra cultura se le da al hombre una imagen de poder.
Una vez analizadas estas posibles causas, hablamos
sobre cómo puede influir la edad de las mujeres en la manera en la que
racionalizan este deseo. Pensamos que se puede caer en el error de creer que
sólo las adolescentes se sienten atraídas por este tipo de masculinidad cuando
en realidad ocurre a todas las edades. Despertó preocupación el hecho de que estos chicos: generan un sentimiento muy rápido, manipulan
para perpetuar relaciones y juegan con los sentimientos. Y de ahí, nos surgió
el debate sobre si hay que vivir estas situaciones para aprender de ellas y
evitarlas o si se puede ser realmente consciente de la gravedad de éstas sin
vivirlas. En definitiva, se llegó a que casi siempre esas situaciones son
inevitables, además de la impotencia de que en la mayoría veces se oyen casos
en los que las personas del entorno de la víctima y del agresor no detectaron
ninguna anomalía, y cómo no al final, lamentablemente, acaba todo de la manera
más trágica posible.
Asimismo, comprobamos que los roles de
género están totalmente ligados a las causas que provocan este deseo por ello
vimos como uno de los factores más relevantes: el estatus. En el caso de los
chicos un estatus social está asociado con la personalidad y la conducta: los chicos
malos; mientras que el estatus de las chicas está más asociado con el físico,
así es como ellas, pese a todo, se enamoran intentando buscar dentro de la
máscara del chico malo sus bellos sentimientos, convirtiéndose al final en un
reto único el hecho de intentar cambiarles, y después de todo, como decíamos, para
las chicas ser alguien significa tener que estar con un hombre, lo cual debe
cambiar, porque la mujer para ser libre únicamente tiene que ser como lo es
ella misma y saber que puede serlo.
Finalmente, a raíz del texto sacamos en
conclusión que el principal cambio nace de la educación como un proceso
permanente, es decir, no sólo hay que educar en la infancia sino también educarnos
a todas y a todos tengamos la edad que tengamos, ya que la educación es la base
de un aprendizaje continuo que está siempre en el día a día de la gente. Así
pues se llegó a una posible propuesta, como inicio de este cambio y para lograr
el desarrollo de las NAM que sería crear espacios que puedan facilitar el hecho
de abordar estos temas del género, de manera directa o indirecta, es decir, no
tiene por qué ser un taller específico para ello, sino más bien inculcarlo en
todos los lugares y en todos los aspectos que se trabajen, y por tanto, hacer
de ello algo nuestro y normalizado como puede ser el simple hecho de empezar a
hablar en femenino y en masculino, incluyéndonos así: a todos y a todas.
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